No sé lo que ha podido rodar la silla anteriormente pero, fue rescatada de un contenedor. La silla la restauró un compañero de clase y cuando la terminó me la regaló a falta de tapizarla. Con los tapizados siempre me entran dudas, muchas dudas y aunque ya me he aventurado en ese mundo no sabía como tapizarla quedando a la espera. En una visita al Monasterio de Santo Domingo de Silos vimos unas sillas tapizadas en cuero y a mi primo se le ocurrió la idea de utilizar un cuero que teníamos abandonado y tapizarla con él. Dicho y hecho, aunque aclaro que poco he trabajado en ella, simplemente la maticé un poco y el tapizado es obra de mi primo. Así quedo:
Así fue, dicho y hecho.
ResponderEliminarHay un principio entre carpinteros y ebanistas: "medir tres veces y cortar una"
Creo que es un buen principio y que debe transponerse a todo lo que hacemos, pero esta vez no había tiempo, tuvimos suerte y salió bien, simplemente bien.
La suerte del principiante que dicen, jajaja... Salió genial.
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