Tan fiel a lo clásico como a los
valores, hoy mi álbum va dedicado a una persona muy especial. Dado que es de la
familia tuve la gran suerte de contar con un buen repertorio de fotografías,
por lo tanto, elegí las más significativas de su boda y del bautizo de sus tres
adorables hijos.
Fue el primer álbum que
hice utilizando para ello dos chapas de madera, cuero y papel hecho a mano. En
primer lugar di un tinte a las chapas, tapé el poro de la madera y me dispuse a
pintar las flores con acrílicas. Lo de pintar con pinceles era nuevo para mi,
pero tuve ese ataque de valentía. Una vez pintadas, trabajé las chapas con goma
laca a muñequilla hasta obtener ese brillo tan especial que dejan los
barnizados de antaño.
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