Uno
nunca sabe hasta dónde puede llegar
cuando algo le gusta, o cual es el
momento de iniciarse en un mundo hasta
entonces desconocido. Siempre trabajando en la mesa de un escritorio y entre
papeles. Nunca hubiese imaginado lo que uno es capaz de hacer.
Mis
inicios fueron variar el color de un mueble auxiliar, ya sin armonía con el resto del cuarto que
acababa de cambiar. Tirarlo no, porque fue comprado en un momento de complicada
economía, cuando hacer un desembolso suponía un problema para cuadrar las
cuentas.
Algunos
de los objetos que adquirimos en nuestra vida, cobran un valor sentimental que
va más allá de la utilidad, e incluso el coste de los mismos. Al restaurarlos,
dándoles una imagen diferente, y de esta
forma evitar desprendernos de ellos, conservamos también el valor sentimental
de dicho objeto.
Mi
primeros conocimientos fueron las pinturas acrílicas. Brocha, una buena
terminación y asunto terminado. Con el
tiempo, mis inquietudes fueron creciendo y descubrí el maravilloso mundo de las
maderas; y el conocimiento de ese mundo me llevó a iniciar un curso de
restauración del mueble y desde hace diez años sigo dando cursos. Siempre hay
buenos profesionales que tienen mucho que aportar. Hoy en día, conservo y
restauro cualquier mueble o pieza de madera que cae en mis manos.
BOTELLAS
La
afición viene de una casa rural en la que estuve. De forma muy estudiada en una
esquina tenían muchas botellas juntas. Miraba sus formas, sus anchuras, sus
alturas... Y entonces decidí hacerme con
botellas y dar un pasito más allá.
Pintadas
a mano con pinturas acrílicas americanas y acabadas con una capa fina de
veladura para conseguir mayor transparencia.
Siempre
jugando con los colores de la naturaleza según los miro yo, y basándome en la naturaleza paisajística que
a lo largo de los años he ido reteniendo en mi
memoria, para, aprovechando muchas veces la
transparencia del cristal, traspasarlo a las botellas.
Unas
van en tonos azules, grises, blancos... una mirada al cielo en primavera con sus
tormentas... Otras en tonos verdes, recordando los campos, bosques, tierras
sembradas, cosechadas... Y otras en ocre o marrón, con esa mezcla de colores de ese gran
patrimonio natural paisajístico que son
las tierras de Castilla y León que son las que más frecuento.
LOS PINOS CON NUECES
Un
homenaje a ellos por su forma y al nogal, ambos por su diversidad. La
restauración del mueble lleva muchas veces por no decir todas a dar un tinte
para conservar su color, o bien, cambiarlo. Del nogal se extrae la nogalina,
básico para tintes en madera. Su madera noble y bella para cualquier mirada que
precie lo auténtico. De él extraemos las nueces, fruto rico en omega 3 y del
consumo de ese fruto nacen los pinos.
El
primero que terminé lo coloqué entre la decoración de la propia casa hasta que
terminara de secar. La idea inicial era la de un adorno para Navidad, pero como
lo terminé en el mes de abril y me gustaba como quedaba, allí se quedó. La idea
fue creciendo y sumé otro pino a
distinta altura y ambos los mezclé con las botellas pintadas, haciendo un
entrelazado con las ramas que las acompañan.
Cuando
llegaron las Navidades mi primer rincón de la casa ya estaba casi listo,
incorporé a todo adornos Navideños,
también hechos por mi y de esa forma he conseguí un quita y pon que me resulta
muy sencillo y cómodo.
Y ahora paso ha dejaros mi tarjeta de presentación con estecollage que es una muestra de los trabajos que realizo. Espero que os gusten.
Algunas de las botellas con las que he trabajado recientemente. Para mí es gratificante poder reutilizar algo que acabaría irremediablemente en un contenedor.