Los que trabajamos el reciclaje estamos acostumbrados a guardar, lo más insólito, lo guardamos. No sé como hacéis vosotros pero yo tengo una bolsa en la que voy echando todo aquello que en un momento dado me puede ser útil. De vez en cuando hago volquete para refrescar la memoria y ver que hay en esa bolsa para ver que se puede hacer. Mantengo a la vista lo que voy a trabajar y el resto allí se queda para otro momento de inspiración. En diciembre en una de esas cestas de navidad venían dos cajas de turrón, los clásicos, el duro y el blanco, eso sí, muy bien presentadas en cajitas de contrachapado, ambas fueron a la bolsa. Por otro lado en clase de restauración me andaba mareando una caja individual de vino. En fin que, con la suma de esas cosas me puse a hacer una caja de costura.
Cajas de turrón:
Cajas de turrón con gesso:
1ª Caja de turrón decorada:
2ª Caja de turrón decorada:
La suma de ambas:
La caja de vino una vez dado un color verde aceituna y a la tapadera gesso.
Como la caja tenía mucho fondo y se quería utilizar al máximo puse unas guías que me sirvieran para sujetar otra tapadera y así aprovechar más el espacio. Las guías del centro me sirvieron para crear tres apartados en el fondo con tablas que corte a la misma anchura que la caja de vino y forré el fondo con fieltro marrón.
Aunque la aguja no es lo mío hice un acerico, así quedó:
Para la tapadera utilicé un trozo de chapa y el tapón de una botella pequeña de aceite. La decoré acorde con las cajas de turrón y de amarillo para dar algo de alegría.
Encima de esa tapadera van las dos cajas de turrón:
Aquí la tapadera que cierra todo y el final del trabajo.
Y así me mandan como quedó:
